Paseos en bici

En cuestión de dias he aprendido algunas cosas que al mezclarse en mi cabeza me aportan algunas ideas nuevas que me enriquecen. Ahora estoy haciendo un proyecto en el que la bicicleta es el centro y la base del proyecto. Objetivo: mejorar la autoestima, el autoconcepto, el equilibrio emocional y la fortaleza interior.

La semana pasada me apunté a una ruta en bici que empezaba en Fernan Nuñez, pasaba por Montemayor, Montilla, La Rambla y vuelta a Fernan Nuñez. En total me salieron 58 km, previstos estaban 50. Yo dudaba mucho de mis capacidades para terminar los 50 km con alegria, pero aun asi me apunté a la marcha. Podria decirse que era un pequeño reto o una prueba de mis capacidades, y vaya si lo fue.

A los 42 km, de camino a la Rambla, mis fuerzas empezaban a flaquear, sentia numerosos dolores en distintos grupos musculares y el sobreesfuerzo me estaba produciendo un irrefrenable deseo de comer. La suma de todo eso estaba produciendo en mi un estado mental en el que me veia incapaz de culminar la "larga" cuesta que faltaba para llegar a La Rambla y ya llevaba un rato quedándome el último. Me sentía mal, maldecia y me preguntaba que quien me mandaria a mi apuntame a eso sabiendo que eran demasiados kilometros. Solo queria darme la vuelta y aunque sabia que faltarian 8 km y atras dejaba 42, mi intencion era la de volver siempre. Pedalear se me hacia repetitivo y dejaba de ser algo agradable para mi. El humor habia desaparecido y solo me concentraba en sentir mis musculos cansados. Me estaba poniendo muy negativo y sabia que esa no era la solucion. Ya habia oido hablar de lo que otros ciclistas llamaban "psicologia" pero no comprendia a que hacia referencia ese termino.

Durante todo el camino habia venido admirando el paisaje y disfrutando del airecito que soplaba a veces, pero ya no hacia caso a esos estímulos. Deseaba pararme y descansar. Ahora estaba solo. La persona que se habia quedado acompañandome habia seguido su ritmo y ya estaba arriba y no la veia. Al volver a levantar la cabeza vi a otro compañero que volvia a rescatarme seguramente. Me sentia un poco defraudado por que estabs retrasando al grupo y encima veia el limite de mis capacidades. Al llegar la curva en la que me esperaba esta persona pude parar algunos segundos y coger aliento. No he contado que serian las una del medio dia o mas y ya hacia un calor que empezaba a picar. Esta persona me animó a seguir y lo consiguió.
A partir de ahora la cosa cambió. En La Rambla me permitieron descansar mientras ellos visitaban algunas fuentes mas (motivo de la ruta) y yo me dediqué a ser gordo. Supongo que el hambre que tenia era uan respuesta de mi organismo frente a la importante quema de calorias que se estaba produciendo. Mi cabeza me decia ante la desesperacion que comiera y bebiera y asi lo hice. Fui gordo gordo. La plaza en la que los esperaba tenia un kiosko, en el que compré una lata de refresco de naranaja con burbujitas y una bolsa de patatas fritas, de las grandes. Deboré las patatas y tragué indiscriminadamente. Luego para terminar las patatas con bebida, fui a por otra lata de lo mismo. El kioskero vio mi desesperación y me preguntó que andabamos haciendo. Charlé un poco con el y mas tarde volví a ocupar mi plaza en el banco en el que estaba descansando. Sabia que no seria muy bueno comer tanto, sobre todo por que teniamos que volver a Fernan Nuñez, hacia mas calor y ahora me sentía hinchado por los gases. La culpa fue del kioskero por que solo tenia latas con burbujas o litronas. Casi opto por la cerveza, pero el hecho de que solo tuviera litros me hizo dudar. Quizás hubiera sido mejor opción.

A partir de aqui, me toma la cosa con mas calma. Quedaban mas cuestas y tras haber petado, ya no me sentia con fuerzas de recuperarme ni de subirlas. Ya estaba mas tranquilo, la angustia habia desaparecido tras el descanso y abordé el tema con una mentalidad distinta. No miraba el cuentakilometros ni dentro de mi, solo disfrutaba del paisaje y pensaba en la cantidad de km que me habia metido ya, bastante mas de los que he hecho juntos nunca. Me sentia feliz por haberlos hecho, pero sabia que todavia no habia terminado la historia. Venía hablando con otro compañero y me comentaba que el en alguna otra marcha de mas distancia se habia sentido mal y angustiado, pero que hay que dominarse y tomar la decision de llegar hasta el final. En momentos asi es cuando te conoces y ves que tus capacidades fisicas no son las mas importantes, si no las mentales. La mente me estaba regalando los cavallos (de potencia, con "v") que mi cuerpo era incapaz de producir. Era lo que habia oido nombrar como psicologia. Una conducta positiva, que frente a un estimulo negativo como el sobreesfuerzo fisico, era capaz de darte la energia necesaria para continuar, para hacer lo que tenias que hacer. Y como toda conducta, tenia un reforzador. Al final, llegué al destino fijado y esa fue mi recompensa: la sensacion de sentirte capaz de algo, de aunque creia que no podia, lo habia hecho. De enfretarme a una situación que se estaba volviendo angustiosa y superarla.
Una vez mas, la bicicleta me habia enseñado algo. Estaba orgulloso de mi mismo y me sentia feliz. Luego obtuve un segundo reforzador, en forma de sagrado liquido dorado (cerveza) y una magnifica crema anaranjada (salmorejo) de manos del guia, paisano de la localidad de salida y meta y su mujer.

Decir tambien que al dia siguiente no podia con mi cuerpo, a pesar de tener que ir a descargar un puñetero camión a las 7 de la mañana y saber que todos mis amigos (a excepcion de 3) disfrutaban del festival Viñarock, pero aun asi me seguia sintiendo satisfecho de mi hazaña.

Ahora estoy a la espera de otra ruta en la que pueda ponerme a prueba y volver a degustar la sensacion de llegar a mis limites fisicos y mentales. Silextrem suena bien, pero son 40 km de competicion, mas duros que 60 de "paseo". Ya veremos.

Me quedo con la satisfacción de recorrer todos esos km, los paisajes que vi, la compañia que tuve, las fuentes (como puede haber tantas??), la comida y la confianza que te da el realizar hazañas personales.

Un saludo!

Imágenes de la salida:

Fotos en picasa de Juan Molero

Fotos tambien en picasa de Pepe Matas